Una apasionada periodista va en busca de La Mujer de Judas para saber más de esa leyenda. Ella se siente irresistiblemente atraída hacia esa mujer llamada Altagracia del Toro quien 23 años atrás fue acusada de asesinar a un sacerdote.
La madre de Natalia que conoce muy bien los secretos que se esconden tras esa oscura leyenda, advierte a su hija que esa búsqueda podría poner en peligro su vida, pero ella no hace caso a la advertencia y viaja a ese lugar descubriendo que muchos misterios sin resolver saldrán a la luz.
La Mujer de Judas es una historia original de Martín Hahn, la versión de Azteca está compuesta por 120 episodios de una hora de duración cada uno, y es protagonizada por Anette Michel, Víctor González, Andrea Martí, Daniel Elbittar y Geraldine Bazán, entre otros. La productora ejecutiva es Maricarmen Marcos Rojas – tráiler.
HISTORIA TELENOVELA LA MUJER DE JUDAS
Natalia quiere buscar a La mujer de Judas para contar su leyenda. Se siente irresistiblemente atraída hacia esa mujer, Altagracia del Toro, quien hace 23 años fue acusada de asesinar a sangre fría a un sacerdote. La madre de Natalia, que conoce los secretos que se ocultan tras esa oscura leyenda, le advierte que esa búsqueda la pondría en peligro. Natalia no comprende las razones de esa advertencia y viaja a Xico. Su fascinación inmediata por el pueblo le despierta la ilusión de echar raíces en ese bello lugar, donde conoce al amor de su vida, Salomón Salvatierra. Natalia descubre en esa leyenda su propia identidad, ella misma es una Del Toro.
Altagracia tiene un enemigo que la ha despojado de la Hacienda de su padre y la Cervecera del Toro. Se trata del propio Salomón.
Por su derecho de sangre, Natalia del Toro se enfrenta con su amado por la propiedad legítima de la empresa. Salomón es ahora el dueño de la empresa. El fundador Juan Vicente Del Toro se la vendió antes de morir al padre de Salomón: Moisés Salvatierra. Esa transacción está debidamente amparada con los documentos que la ley exige, firmados entre su padre y el abuelo de Natalia. Pero al mismo tiempo, la lectura de un testamento confirma a Natalia como heredera única de la misma empresa, en un documento legal firmado por Juan Vicente del Toro.
Natalia y Altagracia no comprenden por qué Juan Vicente hizo a su nieta heredera de una empresa que luego vendería. A su vez, Salomón afirma que no hay nada turbio y que seguramente el viejo Del Toro murió sin haber corregido su testamento, después de vender la empresa.
Desgarrados por esta desquiciante situación y, a la vez, por el amor que se tienen, Natalia y Salomón, se ven obligados a enfrentarse. A pesar de todo, los une un objetivo común: encontrar la identidad de La mujer de Judas y detener sus asesinatos, que han bañado de sangre a Xico desde el regreso de Altagracia.